Esta es una ruta tranquila y agradable que atraviesa la campiña francesa por caminos rurales. Las carreteras son tranquilas y la tranquilidad de las tierras de cultivo que atraviesa la ruta la convierte en un viaje muy agradable y sin estrés. La ruta atraviesa varios pueblos encantadores y cruza el río Loir varias veces a lo largo de su curso a lo largo de unos 80 km. En uno de los cruces se puede disfrutar de una magnífica vista de un castillo; la silueta del Château de Montigny-le-Gannelon destaca en las alturas del Valle del Loir. Su fachada occidental es del Renacimiento; fue remodelada en 1876 por un alumno de Viollet-le-Duc, deslumbrando con sus torres y atalayas.
Ahora la ruta discurre por un espeso bosque.
El bosque de Fréteval es famoso por ser el escenario de la Operación Maratón, una red de líneas de escape de la Segunda Guerra Mundial que apoyó a los aviadores aliados caídos y a los miembros del Maquis francés. La asombrosa historia se narra en «El Ejército Oculto», el primer libro escrito sobre el milagro de la Operación Maratón. El bosque de Fréteval recibió el nombre en clave de Sherwood.
En abril y mayo de 1944, de Blommaert y otro belga, el oficial de la RAF Lucien Boussa, establecieron un cuartel general en la ciudad de Cloyes-sur-le-Loir, cerca del bosque de Freteval. De Blommaert convenció al grupo armado local de la Resistencia de evitar cualquier actividad en la zona, ya que atraería la atención alemana y pondría en peligro a los aviadores del campamento. Negoció con agricultores, panaderos y comerciantes para que entregaran alimentos al campamento Sherwood y acordó con Philippe d'Albert-Lake, jefe de la Línea Cometa en París, y su esposa estadounidense, Virginia d'Albert-Lake, establecer un sistema de guías para llevar a los aviadores desde los refugios parisinos hasta el campamento forestal. Se lanzaron en paracaídas provisiones, como tiendas de campaña, a los campos cercanos al bosque.
Búscalo, es una lectura interesante.

La ruta sale del río en Vendôme y he sugerido una parada para almorzar aquí, hay varios restaurantes para elegir y también puedes estirar las piernas con una visita a la Abadía de la Trinidad, un antiguo monasterio benedictino, o degustar unas magníficas vistas panorámicas de la ciudad desde las ruinas del Château Vendôme.

Poco después de comer, la ruta se encuentra con el imponente río Loira, el más largo de Francia con 1.012 km de longitud, que drena 117.054 kilómetros cuadrados, más de una quinta parte de la superficie terrestre de Francia. Lamentablemente, esta ruta solo sigue el río Loira durante 8 km y lo cruza en Amboise. De hecho, la ruta lo cruza dos veces, la primera a una isla llamada l'Ile d'Or. La isla fue elegida en 503 por Clodoveo, rey de los francos, y Alarico II, rey de los visigodos, para firmar un tratado de paz. La historia continúa en la otra orilla del río y se puede contemplar una magnífica vista del Castillo Real de Amboise al cruzar el segundo puente. El castillo fue confiscado por la monarquía en el siglo XV, se convirtió en una residencia real predilecta y fue ampliamente reconstruido. ¡El rey Carlos VIII murió en el castillo en 1498 tras golpearse la cabeza contra el dintel de una puerta! ¿Justicia?

A continuación se encuentra el Parque Natural Regional de Brenne, a veces conocido como "el país de los 1000 lagos".
Se dice que el Parque Natural de Brenne es uno de los secretos mejor guardados de Francia. Durante la Edad Media, Brenne era un pantano. Cuenta la leyenda que los monjes de Méobecq y Saint Cyran comenzaron a ajardinar las marismas en el siglo VIII, desbrozando el terreno y construyendo diques para mejorar el hábitat local. Introdujeron la piscicultura para mejorar el drenaje y asegurar su futuro a largo plazo. De hecho, más de 2000 lagos y estanques convierten a Brenne en una de las zonas piscícolas más importantes de Francia. También es un paraíso para la flora y la fauna, especialmente para las aves migratorias que se detienen allí para reproducirse. Un destino de ensueño para los amantes de la botánica y la ornitología, este remanso de paz, sembrado de lagos y estanques, marismas, cañaverales, páramos, praderas y bosques, alberga nada menos que 2300 especies animales y 1200 especies vegetales. Entre sus especies más emblemáticas se encuentran los galápagos europeos, las garzas imperiales y los avetoros.

El tercer río que sigue esta ruta es La Creuse, que le llevará a un elegante hotelito en Argenton sur Creuse. Aquí encontrará numerosas ruinas romanas que merecen una visita. El pequeño pueblo de Argenton sur Creuse es muy pintoresco, con típicas casas antiguas con galerías y balaustradas que se reflejan en las aguas del río Creuse. Los mejores lugares para admirar este hermoso paisaje son el viejo puente sobre el río o la terraza de la capilla Bonne-Dame, encaramada en la ladera, desde donde la vista sobre los tejados y el valle es impresionante.
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