La parte sur de la provincia de Hainaut se llama, por su forma, Hainaut Laars. En el este, justo en el límite con la provincia de Namur, se construyó un gran complejo de presas por donde discurre, entre otras cosas, el río l'Eau d'Heure. Esto creó una serie de embalses, de forma muy irregular debido al relieve ondulado del fondo. Esto resolvió una serie de problemas de gestión del agua, pero la gente también se benefició al convertir el lugar en un paraíso recreativo, también para los excursionistas.

Su recorrido comienza en Thuin, una antigua ciudad que ha desempeñado un importante papel estratégico desde el siglo VII. La ubicación alta y seca junto al río Sambre hoy en día tiene menos importancia y Thuin se ha quedado un poco dormida, pero ha conservado mucho de tiempos pasados, especialmente en la antigua ciudad alta que se eleva por encima del Sambre. El campanario (1638) era antiguamente la torre de una iglesia, pero Thuin también fascina por las numerosas casas antiguas que tienen un carácter pesado y macizo. También se conserva parte de las antiguas murallas. A las afueras de la ciudad hay una hermosa vista de Thuin y sus llamados "jardines colgantes". Existe la posibilidad de repostar en las afueras de Thuin.

Desde allí hay poca distancia hasta las ruinas de la abadía de Aulne. Esta abadía fue fundada en el siglo VII, tuvo su apogeo en el siglo XVIII y fue completamente destruida en 1794, durante la Revolución Francesa. Lo que queda son ruinas monumentales que de repente aparecen ante ti. Son especialmente bellas las ruinas de la iglesia gótica. También es interesante la granja de la abadía, un notable edificio del siglo XVIII. La abadía está abierta todos los días de 9 a 20 horas. Las esclusas del Sambre, en las proximidades de la abadía de Aulne, son muy pintorescas.

Por Ham se regresa a través de Barbençon, también uno de los pueblos más bellos de Valonia. Era conocido por sus actividades de vidrio y mármol. Una de las calles más típicas, la Rue des Marbriers (calle de los marmolistas), lo atestigua. Junto con la iglesia y la casa parroquial, forma el corazón histórico de Barbençon. Las casas con carácter, construidas con escombros de piedra caliza, son verdaderas joyas patrimoniales. La iglesia de Saint-Lambert, de estilo gótico y renacentista, fue restaurada en los años 70. Su interior es un recordatorio del rico pasado de Barbençon: monumentos funerarios de los grandes maestros del vidrio y del mármol, el altar mayor, la pila bautismal y, por supuesto, una visita al castillo de Barbençon en el lago del mismo nombre.

Un poco más adelante comienza el complejo de embalses de l'Eau D'Heure: los embalses son un nombre muy conocido en el mundo de los deportes acuáticos. Aquí se celebra el campeonato belga de motos acuáticas y también se puede practicar surf. También se ha construido una playa de arena. Los embalses se encuentran entre los más grandes del país. La presa de La Plate Taille se puede visitar tanto por dentro como por fuera.

Ahora harás un viaje a la antigua ciudad fortificada de Mariembourg, construida en 1546 por María de Hungría, hermana de Carlos V y gobernadora de los Países Bajos. Estaba ubicado frente a la fortaleza de Maubert-Fontaine, que se encontraba en territorio francés. Se conservó el plano geométrico de la ciudad en forma de estrella, pero los canales y las fortificaciones desaparecieron en 1853.
En las afueras de la ciudad se encuentra la cervecería 'Brasserie des Fagnes', donde se producen cervezas desde hace casi un siglo y medio. Aquí el visitante se adentra en un templo de la cerveza belga. El maestro cervecero Luc Piron ofrece toda una gama de 'Brassins Spéciaux' (Cervezas especiales), con sabores sorprendentes: cerveza con ortiga, con flor de brezo, con miel biológica...
Si de repente quieres algo diferente: súbete a un auténtico tren de vapor y retrocede en el tiempo, durante un paseo por los 'Tres Valles' a lo largo de paisajes inimaginables. Después de salir de Mariembourg, el tren se dirige a Nismes, Olloy/Viroin y Vierves hasta Treignes, la última estación antes de la frontera francesa.

A través de la reserva natural Aquascoop junto al lago Virelles se pasa por el antiguo circuito de motos de Chimay, donde se puede ver la torre de salida, y se llega a través de una moderna abadía de mujeres a la ciudad principesca de Chimay.

Chimay, famosa por sus cervezas y quesos trapenses, fue elevada a principado en 1486. Su castillo, sus murallas, sus antiguas escaleras, sus calles empedradas y sus casas estrechas remiten a la historia de esta ciudad milenaria enclavada en la bota de Hainaut.