Cuando la gente piensa en el vino brasileño, inmediatamente se le viene a la mente el sur del país. Pero ¿y si le dijera que São Paulo esconde algunas joyas que esperan ser descubiertas? Esta primera etapa de la escapada de fin de semana lo llevará a un recorrido panorámico y aventurero por encantadoras bodegas, exuberantes viñedos y paisajes impresionantes.

La aventura comienza en la Bodega Guaspari, donde podrá degustar vinos galardonados elaborados en viñedos de gran altitud. Desde aquí, se dirigirá a la Bodega Terrassos, donde le espera un delicioso almuerzo, acompañado de vinos exquisitos y sabores tradicionales. El viaje continúa en la Bodega Dom Bosco, una pintoresca parada donde descubrirá una mezcla de técnicas modernas de elaboración de vino e historia. La última bodega del día es Wine House Maziero, una finca familiar que ofrece un toque personal y vinos elaborados por expertos.

Aunque disfrutes del viaje, el único inconveniente es que, como tú eres el que conduce la moto, no podrás disfrutar de todas las catas de vino. Pero no te preocupes, ¡siempre puedes comprar algunas botellas para llevarte a casa!

El día concluye en Espaço Bom Viver, un tranquilo hotel perfecto para relajarse y reflexionar sobre la aventura del día. Es un lugar acogedor y relajante que prepara el terreno para lo que vendrá en la segunda parte de su viaje por el vino.

Esta primera parte de la Ruta del Vino de São Paulo es una mezcla inolvidable de vistas impresionantes, vinos deliciosos y tesoros escondidos. Tanto si eres amante del vino como si simplemente buscas una nueva experiencia, este viaje te dejará recuerdos imborrables.