Carretera Transcanadiense, Tramo 14: Ignace → Thunder Bay
La mañana en Ignace es tranquila, rodeada de bosques que se extienden hasta el horizonte. Hoy viajamos a Thunder Bay, por un tramo de la Carretera 17, parte de la legendaria Carretera Transcanadiense. No es una ruta espectacular, pero sí un recorrido repleto de panoramas que revelan la esencia de Canadá: bosques vírgenes, lagos cristalinos y paredes rocosas que se alzan como centinelas a lo largo del camino.

El asfalto serpentea a través de un paisaje que nunca aburre. A lo largo del camino, hay algunos lugares que merecen una breve parada, no para ver los monumentos más importantes, sino para capturar momentos inolvidables.

Tras recorrer unos dos kilómetros, abandonamos brevemente la carretera principal y tomamos un camino de tierra hasta una torre de observación de madera. Desde aquí, se despliega una vista serena: un mar verde salpicado de brillantes extensiones de agua.

Más adelante, hay un área de descanso con vistas al lago Lodge. Es el lugar perfecto para hacer una pausa, tomar una foto y respirar la tranquilidad de Ontario.

Haremos una breve parada en el marcador de la zona horaria central/oriental. Aquí, te encuentras literalmente sobre un grado de longitud, un límite simbólico donde la hora cambia una hora. ¡No te pierdas la foto en este marcador!

Cruzamos el río Kaministiquia, llamado «Gaa, ministigweyaa» por los ojibwe, que significa «río de las islas», y que desemboca en el lago Superior. Su delta se divide en tres brazos, antiguamente conocidos en los mapas franceses como les trois rivières. Hoy en día, no solo es una maravilla natural, sino también una fuente de energía: represas y centrales hidroeléctricas abastecen de electricidad a Ontario.

El punto culminante del día te espera en las cataratas Kakabeka. Esta cascada de 40 metros de altura se precipita en un desfiladero esculpido por el agua de deshielo del Escudo Precámbrico. No en vano se la conoce como las "Niágara del Norte". El estruendo del agua, la bruma ascendente y las pasarelas de madera hacen de este un lugar que no querrás perderte.
Tras esta última parada, continuamos hacia Thunder Bay, situada a orillas del majestuoso Lago Superior, el lago de agua dulce más grande del mundo. La ciudad sorprende con parques naturales como el Parque Provincial Sleeping Giant y su rica cultura: en 2003, Thunder Bay fue nombrada Capital Cultural de Canadá. El Parque Histórico Fort William es su principal atractivo, un puesto comercial reconstruido de 1815 que transporta al visitante a la época del comercio de pieles.

Hoy no hay una larga lista de lugares turísticos, pero sí un recorrido que te llega al alma por la belleza de la sencillez. Mi puntuación: ★★★, tres estrellas para una etapa que te lleva por el corazón tranquilo y agreste de Ontario, con las cataratas Kakabeka como su joya de la corona. Mañana nos espera el lago Superior y nuevas historias.